En
la actualidad, la enseñanza escolar se
ha orientado principalmente a adquirir conocimiento y aprender a hacer
cosas y actividades cada vez más especializadas. Derlos Jaques en “Los Cuatro
Pilares del Conocimiento” señala que la educación debe recibir una atención
equivalente tanto en el aprendizaje de conocimientos específicos como a la
educación para formar personas con calidad humana para beneficio de la
sociedad.
¿Qué
pasa actualmente en las escuelas? Cada vez vemos más individualismo entre los
alumnos. Claro, no es algo malo, pero se ve enfocado solamente para el
beneficio de una sola persona: qué tanto se puede ganar, qué tanto desarrollo
personal se puede lograr, qué tanto reconocimientos se pueden obtener… ¿Y la
sociedad? Se ha olvidado que somos seres que viven en comunidad y que cualquier
acción que realicemos repercutirá en nuestro entorno. Nos estamos
especializando demasiado y olvidamos el lado humano de la educación.
APRENDER A HACER
Jaques
señala que aprender a conocer y aprender a hacer son cosas indisociables, es
decir, que no pueden separarse. Aprender
hacer está vinculado a la cuestión de la formación profesional, a la
formación especializada. Durante nuestra
vida escolar, el aprendizaje se va haciendo cada vez más específico para poder
poner en práctica los conocimientos adquiridos y formar parte de la fuerza
laboral de nuestra sociedad.
¿Qué
pasa con sólo enfocarnos en hacer? Claro, es algo necesario. Sin embargo la
pregunta sería ¿Por qué hacemos las cosas? Desde lo más básico hasta nuestra
elección de carrera ¿Por qué hacer lo que estamos haciendo? ¿Qué nos motiva a
seguir con ello? Muchos responderemos: para ganar dinero, para tener una
reputación, para hacernos un nombre reconocido… Habría que preguntarnos los
verdaderos motivos por los que decidimos tomar el camino que estamos
transitando. ¿En verdad es el dinero? ¿En verdad es la reputación? O tal vez
todavía exista alguien que levante la mano y diga “¡Yo quiero hacer algo por mi
país, por mi ciudad! ¡Yo elegí este camino para hacer algo bueno por alguien
más!”.
No
por esto digo que seamos totalmente santos y dejemos “el alma y el cuerpo” por
el bienestar ajeno olvidándonos de nosotros mismos. ¿Tienes un nombre y fama? Utilízalo
para retribuir todas las bendiciones, lo bueno que te ha dado la vida. El buen karma, cómo sea que le llames,
siempre recordar que lo que se haga se regresa, ya sea bueno o malo.
APRENDER A VIVIR CON LOS DEMÁS
Jaques
se plantea una pregunta en “Los Cuatro Pilares de la Eduación”: ¿Sería posible
concebir una educación que permitiera evitar los conflictos o solucionarlos de
manera pacífica, fomentando el conocimiento de los demás, de sus culturas y
espiritualidad?
Tal
vez, Jaques olvida, a mi punto de vista, que en la escuela no se educa a los
niños y ellos repiten las conductas que viven en casa. Si, es admirable la
labor de los maestros para fomentar valores de aceptación y tolerancia para
vivir en un mundo mejor, pero ¿Qué pasa cuando el niño, el adolescente, vive en
un ambiente violento? ¿La enseñanza tendrá efecto sobre el niño o el
adolescente? Puede que sí, puede que no. Una cosa de la que estoy segura es que
no solamente se debe incluir a los alumnos en este tipo de enseñanza, los
padres de familia deben estar totalmente involucrados en este aspecto de la
educación.
Nos
quejamos de la discriminación que viven los paisanos en Estados Unidos, por
supuesto no vemos que también nosotros discriminamos a nuestros propios
compatriotas, discriminamos, agredimos y desvaloramos a nuestros indígenas, y
eso se enseña en casa. Sigo creyendo firmemente que la escuela NO EDUCA, solo
ENSEÑA. La familia es la encargada de educar a sus hijos, de inculcar valores y
la escuela sólo aporta un extra, pero nunca debe ser considerada la única
encargada de la educación integral de los niños y adolescentes, incluso los
universitarios.
Creo
que la escuela debe reforzar valores a través de lo que propone Jaques: una tendencia
hacia objetivos comunes, la cual permite disminuir las diferencias y conflictos
entre los individuos (en este caso los alumnos). Los proyectos de este tipo
permitirían crean un sentido de pertenencia y responsabilidad entre los
alumnos, muy necesarios en estos tiempos tan individualistas y carentes de
valores tan necesarios y básicos que se han ido perdiendo poco a poco.
En
conclusión, el análisis que realiza Jaques en “Los Cuatro Pilares de la
Educación” es sumamente oportuno y preciso. Nosotros, como estudiantes de una
maestría en Educación, debemos estar al pendiente de cualquier tendencia,
incluso las que no sean las correctas ya que podemos darnos una idea de cómo
está funcionando el mundo y cómo podemos hacer algo para mejorarlo, todo
empezando por uno mismo. Tenemos una responsabilidad grande al estar tanto
enfrente como detrás del proceso educativo, somos el ejemplo a seguir de varios
alumnos, seremos los responsables de la enseñanza que vayan a recibir.
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